¿QUÉ ESTÁ RECHAZANDO TU CUERPO?

Últimamente he tenido algunas reacciones en mi cuerpo que me han hecho reflexionar sobre lo que me quiere decir. Cada cuerpo es diferente y reacciona de una manera distinta hacia diferentes alimentos. Algunas personas son intolerantes al gluten, otros a los lácteos, otros a la cafeína, otros al alcohol. También hay personas que no procesan bien el azúcar o tienen alergias alimenticias incluso a los embutidos. Cada persona es diferente, y hay que aceptar el hecho de que nuestro cuerpo también lo es. El hecho de que un gran porcentaje de personas no reaccionen de la manera en que nosotros lo hacemos hacia algún alimento, eso no lo invalida. Que nuestra reacción o rechazo hacia algún alimento no sea común, no significa que debamos de pasar de ella. Por ejemplo, si ves que es muy común que las personas tomen café en el día a día pero a ti te cae fatal y te inflama, no tendrías porqué estar ingiriendolo, pues ya sabes que tu cuerpo lo rechaza. El hecho de que algo sea “común” no quiere decir que está bien. Recuerda que antes los comerciales recomendaban los cereales para los desayunos de los niños y lo vendían como algo nutritivo, ahora sabemos que son muy altos en azúcares. El punto es que más allá de ver que es lo que todos están consumiendo, deberíamos enfocarnos más en cómo está reaccionando nuestro cuerpo con los alimentos que consumimos. Haz una reflexión consciente de cuál es el factor en común cuando te inflamas o te sientes mal. ¿Qué es lo que tu cuerpo está rechazando?

Recuerda que tu cuerpo es más sabio que las tendencias que ves allá afuera. El sabe que es lo mejor para ti y si rechaza algún alimento es por algo. Escucha a tu cuerpo y tu guía interior. Alza el volumen del interior y baja el volumen del ruido externo. Sigue lo que es mejor para ti, escucha tu ser interior.

Escribo sobre este tema porque es mi propia reflexión, algo que se me ha hecho un poco difícil de aceptar y con lo que he tenido un largo proceso. A veces cuando mi cuerpo rechazaba un alimento intentaba forzarlo porque su consumo es común, pero me di cuenta que aunque le funcione a muchas personas, eso no quiere decir que funcione para mí. Me di cuenta que mi cuerpo es sabio, realmente sabe que es lo mejor para mi y de acuerdo a eso, genera su reacción. Este cambio no es de un solo día, el aprender a escucharnos a nosotros mismos es todo un proceso que vamos practicando día a día. Ten fe, todo mejora cuando te escuchas.

Me gustaría escuchar sus historias con la alimentación, si han sentido que su cuerpo rechaza alguna comida y como se han sentido al respecto. Me pueden compartir sus experiencias en la sección de comentarios o por correo en la sección de contacto. 

Estaré feliz de leerlos :) 

Love, Mel. 

Breakfast in the beach, @melsaveyoursoul