¿POR QUÉ LAS PERSONAS QUE MÁS QUEREMOS SON LAS QUE NOS LASTIMAN?
- melsaveyoursoul
- 7 jul
- 5 Min. de lectura
¿Te has preguntado por qué son las personas más cercanas las que más te lastiman? ¿Por qué las personas que amas son las que te hacen sentir más dolor? ¿Acaso no deberían de ser las que menos dolor te hagan sentir?
Cuando me refiero a las personas más cercanas me refiero a tus padres, tu familia, tus amigos, tu pareja. Según sea tu caso.
Seguro que has tenido alguna relación complicada con una persona que has amado, una persona que hace parte de alguno de los círculos que mencioné anteriormente.
¿Por qué sucede ésto?
Porque con esas personas hemos compartido un vínculo más fuerte. Han sido parte de experiencias trascendentales en nuestra vida. Hemos vivido una versión más profunda de nuestro ser a su lado. Hemos compartido con ellas una parte de nosotros que no hemos compartido con nadie más.
¿Por qué entonces el dolor? ¿No se debería sentir todo bonito si compartimos un vínculo tan fuerte?
La respuesta es: por la vulnerabilidad.
La vulnerabilidad de tu ser normalmente la reservas para las personas más especiales o aquellas que consideras que son dignas de ver esa parte sensible de ti. Aquellas que consideras que la cuidaran. Sin embargo, al compartir esa parte sagrada y sutil de ti, al entregar tu amor, también entregas tu expectativas y arraigadas a tus expectativas están las heridas que no has sanado.
Tus heridas se aferran a las expectativas que guardas del otro, y cuando estas no se cumplen, tus heridas salen. Salen a flote y experimentas una vez más ese mismo dolor, de las personas que te hirieron antes, personas que amabas.
¿Cómo evitar entonces que esto suceda? ¿Cómo evitar sentir una vez más ese dolor tan grande?
Haciéndote consciente de tus heridas. Reconociendo el guión de dolor que traes contigo, aquellas historias que se escribieron en tus primeros años de vida y que sigues repitiendo hasta el día de hoy con diferentes personajes.
El sanar tus dolores personales es un camino que definitivamente no es de un día ni lineal, pero es un proceso que vale la pena para que dejes de revivir una y otra vez los mismos dolores en las relaciones.
Las relaciones funcionan como un espejo. Nos activan nuestras heridas y nos muestran la sombra que traemos dentro. Incluso aquellas personas que “sacaron lo peor de ti” te mostraron una parte de ti que no conocías, que estaba ahí pero no habías reconocido. Te revelaron miedos que llevabas dentro, inseguridades o emociones muy primitivas que no habías hecho consciente y fue gracias a que te las mostraron que pudiste trabajarlas.
Con esto, no estoy animando de ninguna manera a quedarse en una relación tóxica, cada uno debe de tener el discernimiento para saber cuándo es apropiado irse de una relación.
Lo único que quiero decir con esto, es que hay que rescatar el aprendizaje de esas relaciones dolorosas. Las relaciones humanas están diseñadas para mostrarnos aquello en lo que debemos de trabajar. Nosotros sin saber, hacemos ese trabajo para otras personas, así como el otro nos muestra aquello que aún nos duele, aquello que no ha sanado.
Para empezar a transformar las relaciones de dolor en relaciones saludables debemos de iniciar por reconocer cuál es nuestra historia de dolor.
¿Cual es el sentimiento doloroso que siempre se repite con las personas que amas?
¿De qué manera específicamente es que te lastiman?
¿Cuándo fue la primera vez que te sentiste de esa manera?
¿Con quien más se repitió esta situación?
¿Cuál fue la historia que te contaste de ti después de ese dolor?
¿Cuándo fue la última vez que lo sentiste?
¿Notas un patrón en las historias de dolor que te han ocurrido con las personas que amas?
¿Cuál es la raíz de ese dolor que se repite?
¿Cuáles son las creencias que retienes en tu subconsciente sobre la situación?
¿De manera inconsciente crees que mereces eso?
¿Es una historia que ha pasado en tu familia y se repite?
Empieza a hacerte consciente de la historia que se repite en TI. No te fijes solo en las relaciones que escogiste y le eches la culpa a las otras personas. Redirecciona tu atención hacia ti y pregúntate ¿Por qué escogí esa persona? ¿Por qué entable esa relación?
Hazte consciente de tus heridas para poder reescribir la historia que te cuentas y dejar de entablar relaciones desde tu guión de dolor.
“Una persona que no conoce sus heridas está condenada a repetir su historia de dolor una y otra vez” - Anamar Orihuela.
Las personas que amas te van a seguir lastimando de la misma manera si no empiezas a reconocer tus heridas y trabajar en ellas; porque vas a seguir escogiendo inconscientemente las personas que sigan tu guión de dolor. Aquel que te contaste desde que fuiste lastimado de pequeño. Reescribe tu historia. Para eso no necesitas cambiar a el otro.
Necesitas cambiarte a ti. Reescribir tu historia.
Las personas que más quieres te han tocado tus heridas más profundas porque te estaban mostrando lo que tienes que trabajar. Es doloroso pero si decides atender esas heridas, puedes cambiar el rumbo de tu historia emocional.
Escogiste ese amigo tóxico porque necesitabas aprender a poner límites.
Escogiste esa pareja que te maltrato emocionalmente porque tenias que aprender elegirte y a quererte más.
Escogiste esos padres hipercríticos porque tenías que aprender que eres digno de recibir amor solo por ser tu. (Tu alma los escogió)
Puedes reescribir tu historia y romper el patrón de dolor.
Elige relacionarte desde el amor y no desde el dolor.
Elige ver tus heridas y trabajarlas.
Elige hacerte consciente de tu dolor.
Elige hacerte responsable de tus elecciones.
Elige hacerte cargo de ti y tomar control de tu vida.
Elige ser el adulto que necesitabas que te cuidara de niño.
Elige cuidarte y sanar.
Elige romper patrones dolorosos.
Elige todo por ti.
Mereces más que vivir de dolor en dolor y pensar que la vulnerabilidad o las otras personas tienen la culpa. Eres tu quien repite su historia, eres tú quien puede hacerse cargo.
No elijas cerrarte a todas las relaciones humanas sólo porque alguna vez alguien te falló. Sé más valiente que eso. Elige hacer el trabajo fuerte de cambiarte a ti para atraer otro tipo de relaciones.
Las personas que más has querido te han lastimado de alguna manera porque es lo que has aceptado de manera inconsciente.
Cambia tu historia. Elígete a ti. Elige algo mejor. Elige sanar tus heridas.
Entiendo de manera personal que este camino no es nada fácil, pero te aseguro que es mucho más difícil seguir repitiendo el mismo dolor. Por eso te invito a emprender el camino de la evolución, el reinventarte sin importar que pase.
Los quiero mucho, Mel. ♡
Cuéntame en los comentarios: ¿Qué patrón de dolor has identificado en tus relaciones personales y cómo lo reconociste?. Estaré feliz de leerlos. 🫶🏻

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